Como contribuyente siempre es esencial el desarrollar un plan fiscal, es analizar para cada contribuyente lo que le corresponde como persona física o moral, considerando sus limitaciones y capacidad económica, así como sus propias obligaciones y derechos por sus actividades o giro mercantil.
La planeación fiscal es la optimización de la obligación sustantiva y colateral a que está obligado el contribuyente. Esto se puede lograr con una metodología que parta de un diagnostico bien estructurado, para posteriormente plantear alternativas de solución y determinar el camino más adecuado por medio de una estrategia fiscal.
El objetivo de la planeación fiscal es disminuir la carga tributaria de toda operación, siempre dentro del marco jurídico vigente de la legalidad y contando con el soporte documental que demuestre la materialización de los actos, documentos, contratos, etc.
Las alternativas que existen pueden estar explícitamente establecidas en las leyes, como: los incentivos o estímulos fiscales, deducciones con requisitos específicos, sujetos exentos, objetos no gravados, bases preferenciales; y en otros casos los beneficios son implícitos y deben obtenerse de la interpretación de la legislación tributaria: tesis aisladas, jurisprudencias, criterios del Servicio de Administración Tributaria, entre otros.
La evasión, elusión y planeación fiscal son términos diferentes que jamás deben de mezclarse o confundirse. La evasión está relacionada con la omisión del pago no apegada a derecho y la elusión con el hecho de evitar las responsabilidades fiscales por medio de la maquinación dolosa, en cambio, la planeación fiscal es el esfuerzo por optimizar la carga tributaria ceñida estrictamente a derecho.
En las etapas de la planeación fiscal deben considerarse:
Un diagnóstico fiscal previo: esto es formular un cuestionario o realizar una entrevista para conocer las principales obligaciones que tiene el contribuyente.
Un diseño de alternativas o rumbos de acción a seguir y valuación cuantitativa y cualitativa: es decir, describir las principales obligaciones que se realizan con la finalidad de conocer el movimiento financiero y operativo. Describir los principales problemas que ha tenido y tienen los contribuyentes en materia fiscal.
En específico deberá tomarse en consideración:
Una determinación del costo-beneficio de la propia planeación fiscal: Esta etapa consiste en determinar la alternativa que tenga menor riesgo y mayor rendimiento, situación que en ocasiones no es posible y deberá analizarse cuál tomar.
La elaboración de un plan de trabajo: Es la conclusión del estudio de diagnóstico y proposición de alternativas, en donde se demuestra con un trabajo de cálculo y campo sobre la razonabilidad de la alternativa escogida.
La ejecución del propio plan de trabajo: Es la etapa donde se deberá cuidar que todo lo planeado resulte en la práctica, como se pensó; es importante mencionar que sí la ejecución no se cuida se está ante el riesgo de que todo el esfuerzo invertido en una primera etapa no tenga frutos.
El seguimiento, revisión por modificaciones a las leyes: Es el darle seguimiento y revisión, considerando los cambios que la propia ley sufre, el planeador fiscal deberá mantener las diferentes medidas implementadas o las tendrá que cambiar por las condiciones imperantes, es decir, no se debe tomar la planeación fiscal como un estado pasivo, en donde instalada la medida nunca se vuelve a analizar la condición jurídica.
Se debe efectuar un análisis detallado de pagos provisionales, definitivos y declaración anual de los últimos 5 años, así como la forma de registro ante el SAT y si se trata de una persona moral se tomara en cuenta el acta constitutiva y las modificaciones a ésta. Se analizará el poder notarial para actos de administración y dominio para firmar las declaraciones de pago. Se valorará el riesgo jurídico fiscal en que se encuentran accionistas, contadores y personas con responsabilidad fiscal. Se formará un expediente completo con toda la información anteriormente recopilada.
Las personas morales (empresas) puede tener algunas limitaciones para poder construir el plan fiscal, algunas de ellas son:
- Falta de un sistema contable y fiscal adecuado
- Falta de control administrativo
- Falta de una cultura de planeación
Se deben de considerar, independientemente de los fiscales, otros factores en la construcción del plan fiscal:
- Los aspectos operativos y organizacionales
- Los aspectos financieros
Las diferentes alternativas se construyen por medio de la investigación, análisis y búsqueda de los diferentes regímenes fiscales, obligaciones colaterales y figuras jurídicas que pueden ser susceptibles de aplicarse sobre la entidad, analizando y proponiendo un régimen fiscal que permita optimizar sus obligaciones. Por ejemplo: fusión, escisión, consolidación, contratos de asociación en participación, etcétera.
La planeación fiscal ataca dos aspectos fundamentalmente:
1) La planeación de la obligación sustantiva de cada contribución (IVA, ISR, IEPS, Etc.) considerando: Objeto y sujeto, la tasa o tarifa, así como la fecha y forma de pago.
Por: Lic. Esp. Fernando Arias Tapia
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