Los contribuyentes que no tengan un control adecuado en la emisión de la factura fiscal digital en su versión 3.3 y el recibo electrónico de pagos antes del 1 de julio recibirán una carga fiscal muy pesada con multas por hasta 13 mil pesos.
El director general de la consultora BIOS, Javier Zepeda, advirtió que muchos contribuyentes no están haciendo conciencia de que “la bestia ya despertó y tiene mucha hambre”, y su principal objetivo es recaudar.
En entrevista explicó que, con el nuevo recibo electrónico de pago y el catálogo de servicios, el fisco tendrá mayor información que le dará certeza para revisar y sancionar prácticas indebidas.
Todas estas herramientas contenidas en la factura electrónica 3.3 van a implicar una nueva fiscalización del Servicio de Administración Tributaria (SAT) a los contribuyentes, pero, muchos no se han capacitado, dijo.
Alertó que los errores que se están cometiendo ahora en la emisión del CFDI, están pasando desapercibidos por el fisco, pero a partir del 1 de julio será mucho más estricto con el proceso de revisión y sanciones.
“Algunos implementaron sus procesos para la facturación de urgencia y no se metieron a fondo, sólo para salir al paso, y existe una alta probabilidad de que tengan errores”, dijo.
Para julio, añadió, esas faltas que ahora se están dejando pasar representarán multas por hasta 13 mil pesos por cada comprobante emitido.
¿Qué hacer? El especialista consideró necesario que los contribuyentes tengan más cuidado y empiecen a corregir los posibles errores.
Deben estar alertas de todas las indicaciones para la facturación electrónica, que, si bien significan una carga de trabajo mayor, a la larga se evitarán costos innecesarios por descuidos y las multas.
Dijo que desde enero es obligatorio el comprobante fiscal digital por internet (CFDI) 3.3 y muchos contribuyentes creyeron que habría una nueva prórroga.
Al ver que no fue así, aseguró, alrededor de 2 o 3 millones de contribuyentes no estaban todavía listos para la versión actualizada.
“Para no detener sus operaciones de negocio y por la urgencia y necesidad de timbrar facturas para entregarlas a sus clientes y recibir los pagos, lo hicieron a como Dios les dio a entender: no se capacitaron de manera adecuada”, señaló.
Fue por eso que para el primer semestre de 2018 el SAT otorgó una oportunidad, a fin de que los contribuyentes que no habían implementado de forma correcta sus procesos de CFDI 3.3, revisaran y corrigieran.
Lo anterior con el fin de que, durante la primera mitad del año, cualquier error u omisión cometido, el SAT haga “oídos sordos”, porque no va a ver ni revisar o sancionar, refirió.
Por: Horacio Escobar Rodriguez
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